El Real Madrid tiene que acostumbrarse a jugar sin Ronaldo. Ha jugado la final de Copa sin el portugués y lo ha hecho con solvencia. El Barcelona está acostumbrándose a jugar sin Messi. Lo malo es que Messi cuenta como jugador de campo, pero ahora no está. Al argentino, en esta final, es como si le hubiera faltado su revulsivo natural, Ronaldo. Anduvo al margen y su rostro no transmitía la sensación de estar compitiendo por nada. Un equipo como el Barça, con tanto talento en sus filas, necesita sin embargo que Messsi siga siendo Messi. Lo necesita para concretar, sorprender y usarle como arma hasta cuando pasea por el campo, mientras decide el momento de intervenir. Mientras todo el mundo anda certificando el final de un ciclo la figura de Leo guadianea, instalada en un largo episodio de ausencias y fugaces apariciones, que no le sirven a este Barcelona de zozobras.
Además de saber si el ciclo ha terminado, en Camp Barça deberán empezar a preguntarse qué pasará con Leo Messi y qué ocurrirá si vuelve sin lograr que Argentina sea campeona del Mundo. Una de las razones por las que este genio ha desaparecido puede estar en la ansiedad que le genera su obligado liderazgo allí.
Mientras el Real Madrid, con parte de los deberes hechos, ha descubierto que el bloque de Carlo puede subsistir sin la pegada de su líder. Ha doblegado al mismísimo Barcelona cambiando la gran definición de Cristiano por un conjunto armónico, virtuoso en la intensidad defensiva, rápido en la contestación de ataque y capaz de no venirse abajo por la contrariedad de un gol, que comprometió seriamente su objetivo durante unos minutos.
El partido deja un Campeón de Copa, certifica la ausencia de Messi y dos cosas más. Una, que Neymar ha sido un fichaje menos decisivo de lo esperado y que algo lastra su incorporación definitiva a un equipo que, cuando no tiene a Messi, todavía no puede verle a él como alternativa. Otra, que Bale apareció donde se espera a un fichaje de cien millones de euros.
Al final, todo lo que se dijo en pretemporada, viene el fútbol y lo aclara. Bale marca un gol extraordinario y Neymar, a puerta vacía, manda al poste el balón que valía una prórroga. Madrid y Barcelona. Parece claro, unos que vienen y otros que se van.
Follow
