Inicio Opinión Jairo Fraguas Una crisis, una fiesta y las rotaciones inexistentes

Una crisis, una fiesta y las rotaciones inexistentes

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CristianoEl fútbol es como la vida misma, unas veces estás arriba y otras ni con ayuda eres capaz de salir del pozo más oscuro. El 2015 no le ha sentado bien al Real Madrid y los resultados lo confirman, aunque también las comparaciones son odiosas. El Real Madrid que arrasó en el 2014 era una apisonadora de rivales y un experto en levantar títulos y cualquier comparación con el estado actual es una pérdida de tiempo. Lejos de los resultados, los partidos frente al Atlético de Madrid han sido los que han abierto la brecha de dudas y críticas. Los colchoneros despidieron a los blancos de la Copa y encima, por si fuera poco,  los quitaron la distancia de seguridad de puntos en la Liga mediante una derrota que dejará herida por mucho tiempo.

El 4-0 en el Calderón ha hecho emanar todo el lodo y el fango que hasta ahora no había importado. Perder de esa manera tan humillante, con la imagen mostrada de desidia y abandono y perdiendo la oportunidad de dar un golpe de efecto sobre un rival directo ha llevado a la boca de los madridistas la palabra maldita, ‘crisis’. Además y por si fuera poco esa derrota coincidió con la fiesta de celebración del cumpleaños de Cristiano  Ronaldo, un profesional único en este deporte que tuvo la mala suerte del fenómeno llamado ‘coincidencia de factores’, esto es, fiesta organizada desde hacía mucho tiempo unido a una derrota que nadie se esperaba por la superioridad tan abismal del rival. Aunque el aficionado madridista tiene toda la razón,  después de semejante humillación aparecen algunos de los futbolista de fiesta, cantando y como si no hubiese pasado nada. Eso pica y mucho, más si viene del ídolo de la plantilla.

Fuera del foco mediático y de todo el lío de la fiesta, aunque nos lo repitan cada día con las mismas imágenes pero desde diferente perspectiva deberíamos pararnos a analizar lo ocurrido y por qué. Lo cierto es que el equipo está fundido, el once habitual apenas ha cambiado desde que empezó la Liga allá por septiembre y jugadores como Toni Kross ya avisaron antes de navidad,  “o paramos nos fundimos”. Ancelotti recalcó a principio de temporada que no había titulares y que el equipo rotaría constantemente, pero esas palabras tuvieron el mismo valor que las de un político en campaña previa a unas elecciones, o sea ninguno.  Es muy complicado mantener el nivel, y más el mostrado hasta finales de 2014, si los jugadores no descansan.

Otra cosa a tener en cuenta es que todos los equipos sufren altibajos en el transcurso de la temporada pero que a pesar de todo los blancos siguen líderes y con la Champions a punto de echar a rodar otra vez. Este bajón debe acabar ya y el míster tomar medidas si no quiere pasar de la euforia de conseguir la Champions a tener un año en blanco y marcharse entre críticas y correcciones a su sistema. Los jugadores, el míster, la afición y el club no deben dejarse arrastrar por la nube de pesimismo que venden los medios y deben resurgir, tienen capacidad para ello y aún queda mucho campeonato por delante.