Empezaba el partido animado en París. El Barça dominó los primeros minutos pero el PSG demostró desde bien temprano que quería ganar el partido. Fueron precisamente los locales los que se adelantaron en el marcador; una falta colgada al punto de penalti cayó en los pies de David Luiz, que supo revolverse ante Mascherano y enviar el balón al fondo de la portería.
Inmediatamente reaccionaba el Barcelona. Al minuto siguiente una asociación entre Neymar, Iniesta y Messi, acabó con el gol del argentino. Jugadón que parecía de pizarra y que ejecutaron los tres cracks a la perfección.
Pero no tardaría mucho más el PSG en atestar el segundo golpe. De nuevo a balón parado llegaba el gol de Verratti, tras un córner sacado por Motta al segundo palo y en el que Ter Stegen no supo imponerse por arriba ni mantener la posición. Gol sorprendente, ya que de cabeza y a balón parado, conseguía anotar el jugador más bajito sobre el terreno de juego.
En la segunda parte el Paris anuló al Barcelona. El gran y bien ejecutado trabajo defensivo de todo el equipo, sacó al Barça del partido en varios momentos del encuentro. David Luiz y Motta se hacían cada vez más grandes y Pastore, Lucas y Cavani conducían las contras que tanto daño hicieron a los visitantes.
Un omnipresente Matuidi, posiblemente el mejor del duelo por su incansable trabajo tanto en ataque como en defensa, conseguía el tercero para delirio de todo el estadio. Eran los mejores minutos del PSG y parecía que el Barça ya no podría reponerse. Pero esto es fútbol y otra vez al instante del gol de los franceses, Neymar conseguía recortar distancias con un tiro ajustado que entró tras tocar en el palo de la portería defendida por SIrigu.
Tras el gol, el PSG replegó filas y acusó el trabajo de todo el partido. Pedro, desaparecido totalmente y Alves, horrible en su banda, dejaron el campo para dar paso a Xavi y Munir. Poco efecto surtió con los cambios, aunque a punto estuvo Munir de conseguir un gran gol con un tiro desde muy lejos que se topó con el palo.
La ocasión más clara para conseguir el empate la tuvo Jordi Alba. Un centro al segundo palo al que nadie llegó, fue rematado a bocajarro por el lateral, pero Marquinhos se hizo grande para salvar a un ya batid Sirigu e impedir el empate.
No consiguió el Barça puntuar en Francia. El partido “a priori” más difícil de su grupo, acabó con una merecida victoria de un PSG que trabajó desde el primer hasta el último minuto para conseguir los tres puntos. El Barcelona queda así segundo en la tabla de su grupo con tres puntos, por detrás precisamente de su verdugo que ya suma seis.
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