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Selección Española: Renovarse o morir

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Opinión./ Mantener un ciclo victorioso durante seis o más años de forma ininterrumpida y a nivel internacional en fútbol se trata de una montaña casi insalvable. Las dinámicas cambian, los rivales evolucionan, la suerte llega o no, y las leyendas que antes pudieron levantar trofeos ahora divisan el ocaso de su carrera. Si en añadido tus señas de identidad en lo futbolístico se mantienen invariables, la dificultad para superar eliminatorias no hace sino incrementarse.

selección españolaEn la Selección Española el estilo, tras ganar Eurocopa-Mundial-Eurocopa, es innegociable. Es justo aceptarlo así pues los méritos logrados no dejan duda al respecto. La encrucijada, sin embargo, llega cuando el viento comienza a soplar en contra y lo que antes funcionaba deja de surtir efecto. ¿Ha de seguir anteponiéndose el estilo al posible éxito? ¿Acepta eso el aficionado? ¿Lo acepta el jugador internacional?

Las respuestas deben ser dadas por el cuerpo técnico de la Selección y en clave interna. Lo que parece evidente es que el equipo necesita nuevos mecanismos, nuevas asociaciones dentro del campo, nuevos planes alternativos cuando los partidos se atascan. España tuvo la suerte de ver nacer al unísono varias hornadas de futbolistas marcados bajo el mismo patrón y sobre esa base quedó edificado un equipo campeón.

La siguiente generación, que comparte rasgos similares, ni debe romper con el pasado ni debe buscar copiar a sus predecesores. Se trata de seguir recorriendo la senda iniciada en el 2008 sin reducir la marcha. Con el pase horizontal en solitario no se llega a ninguna parte.

Si Vicente del Bosque es el líder idóneo para seguir liderando al combinado nacional o no, únicamente ha de dictarlo la competición. Los jugadores necesitan respuestas efectivas y novedosas para desarbolar al rival. El entrenador, si cuenta sobre el campo con las piezas necesarias, debe encargarse de articular los diferentes mecanismos. En caso de conseguirlo, no debería existir más debate.

El fútbol y las victorias deben seguir dictando sentencia. Es ley de vida.