La reacción no llega. Es lo que observan con la paciencia colmada los aficionados jienenses con respecto a su equipo. Un cambio de entrenador después el Real Jaén no solo no muestra signos de mejoría sino que parece agravarse en su enfermedad. La falta de actitud y de ideas en el campo es una evidencia que Berges no parece capaz de atajar y desde el club se mueven otros hilos. No hace ni diez días de la llegada de Ramón Tejada a la dirección deportiva del club, hueco que quedó vacante desde la salida de José Jesús Aybar, con el que el recién llegado guarda no pocas similitudes.
Aybar cogió el banquillo con la salida de Manolo Herrero pero a nadie escapaba que, antes de que ocupase oficialmente el puesto de entrenador, el de Arjonilla tenía muchísima influencia en el vestuario y en el juego del equipo. Era un secreto a voces que él sería el sustituto de Herrero en caso de que este fuese destituido. ¿Estamos ante el mismo caso? En estos momentos Berges se esfuerza en cambiar la tan negativa dinámica en la que se hayan inmersos los de la capital del Santo Reino, pero lo cierto es que ya hace casi dos meses desde su llegada y las circunstancias no han mejorado.
Que Tejada ha llegado para ayudar está claro pero lo que aún no sabemos es cómo. Sus declaraciones diciendo que la plantilla está cerrada corroboran que de momento no se va a dedicar a la contratación de nuevos jugadores, que su papel es el de estar al lado del equipo. Cánticos conocidos en la Victoria. Recuerdos que nos transportan a tiempos de bicefalia primero productiva, después ineficaz. ¿Será Tejada el nuevo Aybar?
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