Inicio Opinión Desiree Amaro ¿Qué hay detrás de la palabra actitud?

¿Qué hay detrás de la palabra actitud?

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Entreno MálagaDesirée Amaro.- Actitud es una de las palabras que más escuchamos en un vestuario pero realmente se queda hueca cuando comprobamos que no por mucho repetirla conseguimos el efecto deseado. Conectar realmente con una actitud determinada dentro de un equipo puede provocar cambios profundos y verdaderos.

Actitud es una palabra, y como ocurre con todas las palabras genera en cada persona un mapa personal de significados. En un vestuario hay que preguntar cuál es su significado para cada individuo porque estoy convencida de que a cada uno le va a sonar a cosas diferentes, el significado que yo le doy a la palabra no tiene por qué coincidir con el significado que le da el oyente. Por eso hay que buscar un camino común para trabajar la actitud, que debe consistir en saber qué queremos que ocurra, pasar a acciones concretas de manera que cuando digamos la palabra actitud todos se tienen que poner en marcha y saber qué se les pide y qué cambios se desea generar.

La actitud se mide con los actos que somos capaces de llevar a cabo y que nos llevan a la consecución del objetivo que perseguimos. Ahora bien, lo que impulsa nuestros actos no es la actitud, son nuestras creencias. Hay una gran diferencia entre una situación en la que pensamos “no puedo”, “no sé”, “esto no es para mí” o “no lo conseguiré”, y otra situación en la que nos decimos “yo puedo”, “soy capaz”, “me lo merezco” o “tengo derecho”. Creer realmente que puedo cambiar un resultado nos aporta un plus de energía que hace que nuestros actos nos lleven a conseguirlo, aunque en ocasiones nos engañamos.

Una cosa es lo que decimos en público y otra lo que realmente nos decimos de manera interna. Cada persona habla constantemente consigo misma y en la mayoría de las ocasiones nos lanzamos mensajes negativos, nos cuestionamos y nos generamos inseguridad.

Las creencias que tenemos son un mapa del mundo producto de nuestras vivencias y aprendizajes, en Coaching y en PNL trabajamos cómo cambiar esas creencias que nos están limitando.

El primer paso para cambiarlas es identificarlas, saber cuáles son, y para hacerlo hay que regresar al origen de esa creencia, al momento en el que se construyó, y una vez que lo identificamos, valoraremos si había más opciones y generaremos un aprendizaje para futuras ocasiones, y ese es el momento en el que establecemos una nueva creencia poderosa.

Si somos capaces de tener una serie de creencias que construyan un futuro diferente dentro de nuestra cabeza, ya estamos hablando de la posibilidad real de conseguirlo.

Es pensar en una situación deseada, tomar conciencia de dónde partimos y adónde queremos llegar y eso sacará nuestra mejor versión.

Un objetivo es un sueño con patas, somos los creadores de nuestro futuro, y la clave de tener ese futuro que queremos o ese resultado es tener y mantener una actitud basada en creencias del tipo “se puede” y “me lo merezco”.

Y por último, hay que recordar que aunque el pasado que hayamos tenido sea muy interesante y nos haya hecho aprender, ya no existe, y todo lo que nos queda por vivir es nuestro futuro.