Inicio Opinión Desiree Amaro Pretemporada: la clave para la construcción del mejor equipo

Pretemporada: la clave para la construcción del mejor equipo

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El-plantel-de-Villa-San-Carlos-hará-la-pretemporada-en-Colón-Entre-Ríos-Foto-Sitio-Oficial-Villa-San-CarlosDesirée Amaro.- La temporada es un largo viaje y cuanto mejor se prepare más repercutirá en los resultados de un equipo. La clave está en mejorar y dar calidad al trabajo que se realiza durante la pretemporada para optimizar todos los aspectos que rodean a un equipo, la pretemporada es un tiempo y un espacio privilegiado que bien aprovechado se convierte en una buena inversión para el futuro.

Reservar, programar y dar un espacio para otro tipo de trabajo, más allá de lo físico y lo deportivo va a repercutir directamente en el clima y en la cohesión del equipo, y sin estos elementos a favor la temporada se puede convertir en un viaje al desierto sin cantimplora.

No hay equipos sin gente diversa y esto es un valor que los enriquece, pero para ello hay que conocer y conocerse, no solo en la faceta deportiva. La dificultad de la diversidad es que hay que saber gestionarla y no todo el mundo lo hace. Cada persona aporta al equipo su propio equipaje, es decir, su historia, su personalidad, sus creencias, su carácter, sus limitaciones, sus miedos, sus fortalezas, sus éxitos, sus fracasos, etc.

Hay que conocer también cuáles son sus intereses, sus valores, sus objetivos y las expectativas que tienen respecto a la temporada que se presenta.

Durante la pretemporada, el entrenador tiene un espacio privilegiado para marcar su estilo de liderazgo, compartir su filosofía  y estilo de juego, establecer las directrices y expectativas que tiene respecto al equipo y sus componentes y los más importante, cautivarlos, seducirlos y engancharlos a un proyecto que transforme los sueños individuales en un sueño colectivo.

Pero además en la pretemporada encontramos la oportunidad de construir los cimientos del EQUIPO con mayúsculas, sin cimientos no garantizamos la solidez de ningún proyecto a largo plazo. Muchos equipos comienzan a construir la casa comprando el sofá.

Hay que definir la identidad del equipo y consensuar los valores que van a defender con la camiseta. Hay que invertir en la cohesión, en el clima y  en el compañerismo, tener un  vestuario donde se respeta y se tiene lealtad a los compañeros.

Hay que alinear los objetivos individuales con los del equipo y convertirlos en un reto que los empuje a luchar y utilizar todos los recursos y las energías que tienen y son necesarias para conseguirlos.

Hay que establecer una alianza y una serie de normas que rijan al equipo durante la temporada, unas reglas del juego en cuya base se encuentre el respeto a las necesidades y los valores que tienen cada una de las personas que componen el vestuario.

Hay que descubrir y conocer las fortalezas individuales para ponerlas al servicio del equipo y construir oportunidades colectivas de éxito.

Hay que generar un compromiso real para tener más fuerza para luchar cuando las condiciones no sean las más favorables.

Hacer esto no tiene nada que ver con tener o no tener un Club con recursos, se puede ser humilde en los recursos, pero ambicioso con los objetivos, esta elección da calidad y valor añadido a un equipo, porque hacer un verdadero equipo requiere la cohesión, el compromiso, la solidaridad y el compañerismo, y estos son valores que no se compran con dinero.