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¿Por qué vomita Leo Messi?

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EFE Messi lesión

Dr. Emilio López Jiménez, «El dentista de la nariz».- Son muchos años los que llevo observando a este “fenómeno” de nuestro deporte rey. No sólo por sus habilidades con la pelota, que por supuesto también, sino por otros motivos que desde mi profesión me interesan mucho más. Y me estoy refiriendo a aspectos relacionados con la salud en general y con el rendimiento físico de la alta competición en particular.

Observando la constitución física del propio Messi, lo que más llamó mi atención, cuando lo vi por primera vez, fue su nariz. Y más concretamente sus amplias ventanas nasales. Como conocedor profundo de la importancia del uso de la nariz a la hora de respirar, siempre he pensado que al bueno de Leo no le habría de faltar combustible, (oxígeno), para la práctica deportiva de máxima exigencia. Incluso pensaba que iba a gozar de una carrera deportiva intensa y larga, para disfrute de todos. Pero ahora también yo tengo mis dudas.

 Son numerosos los estudios científicos que hablan de la eficacia de respirar por la nariz en lugar de hacerlo por la boca. Entre ellos uno realizado el pasado año por nuestro grupo de investigación, sobre una muestra de 2000 niños escolarizados, con unos resultados contundentes: Aquellos que usan la boca como vía preferente para respirar tienen sus niveles de saturación de oxígeno cinco puntos porcentuales, -de media-,  por debajo de aquellos que respiran correctamente por la nariz.

 Con las debidas reservas y las lógicas dudas, que desearía despejar con la exploración clínica oportuna al jugador, lo que vengo observando últimamente en él, (por las numerosas fotografías y reportajes televisivos de los que dispongo), es que está utilizando poco su portentosa nariz, (comparable a la de Rafa Nadal), sustituyéndola por esa vía de reserva de la que disponemos para respirar cuando la nariz no funciona correctamente, que es la boca. Como digo son apreciaciones hechas por el visionado de fotos y vídeos que me gustaría corroborar en vivo y en directo.

 Aquellos que utilizan la boca para respirar, ya sea por mal hábito o por problemas obstructivos en la nariz, tienen muy aumentado lo que en medicina se conoce como espacio muerto respiratorio anatómico, sobre todo durante las horas de sueño, (tan importante en la recuperación del jugador). Este espacio muerto, -en el que no se produce  el intercambio de gases entre el aire y la sangre, necesario para la oxigenación del cuerpo-, es el segmento que va desde la nariz o la boca, según por donde se respire, hasta los alvéolos pulmonares.

 Esto es precisamente lo que le podría estar sucediendo a Messi, aparte de otras muchas cosas que ya se han apuntado: que está triste, que viaja mucho, que juega 70 partidos al año, etcétera. Ya se sabe que en medicina todo es multifactorial pero el cuerpo del deportista, y más el de la alta competición, va mejor con gasolina súper (mayor concentración de oxígeno en la sangre) que con normal, y todas estas lesiones de tipo muscular que sufren tantos jugadores podrían encontrar explicación en estos sencillos conceptos, a los que presta poca atención la medicina deportiva. Aquí está la explicación de porqué muchos deportistas usan esas tiras adhesivas, ya obsoletas, sobre la nariz (nuestro flamante campeón de moto GP, Marc Marquez, las ha lucido durante el mundial) para dilatar sus ventanas nasales.

 No estaría de más que, al actual enfoque desde el que trabaja el nutrido grupo de especialistas (médicos, kinesiólogos, nutricionistas, psicólogos, etcétera.) que atienden a los deportistas de alto rendimiento, se fueran sumando otros puntos de vista basados en la utilización de los recursos naturales de los que el cuerpo dispone para evitar las malditas lesiones. La importancia, tanto de la respiración nasal como de su relación armónica y equilibrada con una correcta masticación y deglución, (que pienso que Messi puede tener también alteradas), son aspectos que deberían ser contemplados por la medicina deportiva.

 Estas dos vitales funciones, la masticatoria y la respiratoria, así como la armonización funcional entre ambas, son imprescindibles para la vida y la salud de cualquier ser humano, pero aún mucho más importantes para los que, a diario, someten a sus músculos a la máxima exigencia. De ahí la necesidad de vigilar su funcionamiento para poder rehabilitarlas correctamente.

 La relación de todo esto con los vómitos de repetición que aquejan al jugador es evidente. Los respiradores orales padecen de boca seca (disminución drástica de la producción de saliva) producida por el paso del aire a través de la cavidad oral. De la misma forma, los que respiran por la boca, tienen muy deteriorada su función masticatoria ya que les resulta complicado respirar y masticar al mismo tiempo, por lo que comen muy deprisa. Todo ello conduce a una deficiente producción de saliva (lubricante digestivo) que su estómago está demandando, más aún si tenemos en cuenta que le está tocando vivir un año difícil tanto en lo deportivo como en lo personal.

 Dado que los tratamientos farmacológicos disponibles en la actualidad para controlar el vómito tienen ciertos efectos sedantes y, por lo tanto, son incompatibles para la práctica deportiva por la merma física que conllevan, creemos conveniente incorporar al actual enfoque terapéutico del jugador el sistema de activación del  SN parasimpático (http://www.placaconfort.com/) que hemos desarrollado desde la Universidad de Granada para incrementar al máximo la producción de saliva y para favorecer la función respiratoria nasal.

 Desde el ánimo más constructivo y saludable, hacemos estas observaciones y proposiciones, que de ser aplicadas, podrían reducir el número de lesiones musculares (incrementar la salud general) contribuyendo también a prolongar la carrera deportiva de este irrepetible fenómeno de la historia del fútbol y de tantos otros.