Está siendo una semana de récords. A un lado y a otro del puente aéreo Madrid – Barcelona se suceden las marcas estadísticas batidas por Barça y Real Madrid, Real Madrid y Barça. Los recientes logros no podían pasar desapercibidos en una época como la actual, en la que el periodismo de datos vive su punto álgido, y en una especialidad como el deporte, donde tanta importancia tienen los números.
El pasado sábado, Messi superó a Telmo Zarra como máximo goleador de la historia de la Liga tras un mes persiguiendo ese hito. Lo hizo con un hat-trick. 253 goles en la cuenta del ‘10’ argentino, una cifra descomunal. No contento con eso, la ‘Pulga’ se animó con otro triplete goleador para adelantar a otro mito. Con sus tres goles en Nicosia, Messi se convirtió en el máximo goleador de la Champions League con 74 tantos, por encima de Raúl. Sin duda, digno de admirar.
En el Real Madrid, no se quieren quedar atrás. Cristiano Ronaldo se está saliendo en este inicio de temporada, con promedios goleadores históricos. Sin ir más lejos, ayer también igualó las 71 dianas que anotó Raúl en la máxima competición continental. Persigue a su ‘archienemigo’ culé de cerca. Ancelotti, por su parte, también está de enhorabuena. Su decimoquinto triunfo seguido iguala la mejor racha victoriosa blanca de su historia que ya consiguieran en su día Miguel Muñoz y Mourinho. Una más ante el Málaga y el récord será suyo en solitario.
Todo ello sin olvidar que prácticamente cada semana europea, Casillas y Xavi se van pasando el testigo de jugador con más encuentros disputados en Liga de Campeones. Datos, estadísticas y números muy válidos. Muy elogiables. Pero mal utilizados cuando los medios cercanos a uno y otro bando los utilizan como dardos en los distintos debates nocturnos en televisión o en las páginas de sus cabeceras. La teoría marca España del “Y tú mas”, el pan nuestro de cada día en la política nacional, se transforma en la de “Y el mío más” e impide ver más allá de los récords. Por supuesto que hay que apoyarse en la realidad numérica para ensalzar lo logrado por estas figuras del fútbol pero no para atacar y tratar de empequeñecer lo ajeno. Récords, sí, pero para valorar en su justa medida la grandeza de algunos de los protagonistas coetáneos en el fútbol español de hoy.
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