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Los héroes vienen y van, las leyendas se quedan

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En un ámbito general, la noche del 13 al 14 de abril de 2016 se tornaba tranquila para la mayoría. Muchos seguirían su rutina habitual de sueño o de trabajo, sin saber que lo que ocurría al otro lado del Atlántico marcaría un antes y un después en el deporte. El sueño de unos se contrarrestaba con el desvelo de otros, los amantes del baloncesto olvidaron la pasada noche las ocho horas de sueño recomendadas para la salud y fueron testigos del adiós de uno de los estandartes de este juego.

El comunicado a principio de temporada de Kobe Bryant, en el que decía que se retiraría del baloncesto al concluir el presente curso, provocó la tristeza entre los más afines a este mundo. La estrella de los Lakers decidió poner fin a veinte años de estrellato y alto rendimiento en la NBA. Sin embargo, sus últimos encuentros no han sido de un jugador  acabado y que deja su profesión ante la impotencia de no poder afrontar los desafíos y problemas físicos; sino que ha otorgado a sus seguidores partidos con actuaciones soberbias para que estos le recordaran tal y como se merece.Kobe-Bryant-anuncia-retiro1

La carrera del estadounidense es comparable al perfil del relieve montañoso español, con escasos tramos llanos y profundas subidas y bajadas. En sus años en la competición, Bryant no ha cambiado de equipo en ningún momento, a pesar de que pretendientes no le faltaban, y ha visto en varias ocasiones como se puede pasar de un curso a otro de la primeras plazas a lo más bajo de la tabla, y en escasas, como se mantenía un buen nivel en su conjunto. No obstante, el espíritu competitivo del jugador le impedía dejarse golpear por equipos que usaban al suyo para escalar puestos en la clasificación cuando los de Los Angeles se encontraban en sus horas más bajas, y luchaba en cada partido como si de una final se tratase dando lugar a actuaciones espectaculares y que quedaban señaladas en sus rivales.

Es muy difícil resumir la carrera de este jugador, más aún si se le quiere comparar con los rivales que ha tenido a lo largo de estos años. Su capacidad anotadora es obvia, pero al mismo tiempo muy criticada por el número de fallos, de esto último viene su fama de “chupón”, que en muchas noches era desmentida con un gran número de asistencias. Era un experto remediando  sus errores en ataque, siendo de esta manera considerado el mejor defensor de la liga durante mucho tiempo. En muchas ocasiones fue culpado de las rachas de derrotas de su equipo, a lo que contestaba en la cancha dando recitales y acumulando victorias. Podría decirse que era un experto tapando agujeros.

Los elogios y las críticas son muy abundantes, pero su reconocimiento en todo el mundo es muy superior. Patente quedó en la pasada noche, cuando millones de personas no podían separarse del televisor. La despedida de la leyenda fue un evento sin precedentes: las redes sociales echaban humo, el Staples Center estaba abarrotado y no quedaba un sitio libre, los agradecimientos de otros jugadores no paraban de llegar y los famosos se acumulaban en las primeras filas para ver el espectáculo.151110193531-kobe-bryant-los-angeles-lakers-v-sacramento-kings.1200x672

La hora llegó, el árbitro lanzó el balón al aire y comenzaron los últimos cuarenta y ocho minutos de la Mamba Negra. La realidad se encuentra en que nadie se esperaba lo que estaba por ocurrir, ni siquiera los Jazz- rivales de los Lakers en este encuentro- vieron venir lo que se avecinaba. Escasos eran los que habrían apostado por una última gran noche para Kobe; no obstante, y como se mencionó antes, el estadounidense posee un espíritu competitivo inigualable. La defensa fue inexistente para el escolta y, como en sus viejos tiempos, la anotación no fue un problema para él. Además, el hecho de poner a su equipo por delante a falta de treinta segundos lo hizo con tal tranquilidad que parecía que andaba por casa. La victoria era un hecho a falta de diez segundos, y el entrenador de los Lakers regaló a Bryant su última ovación sentándolo, aunque es cierto que se tomó su tiempo para llegar al banquillo. Los sesenta puntos que anotó quedarán en el recuerdo de los fans de este equipo, plasmados en las reacciones del público, de Shaquille O´neal, que no lo creía cuando antes del partido le había retado a anotar cincuenta puntos, o del rapero Snoop Dogg, que se grababa a sí mismo enloquecido.

Una vez más Kobe Bryant hizo lo que mejor sabe hacer: regalar espectáculo. Los héroes vienen y van, las leyendas se quedan, y Kobe estará aquí por mucho tiempo.