El Atlético empató a cero en Butarque ante un Leganés muy ducho en defensa toda la noche.
El partido fue una lucha constante en el centro del campo donde los dos equipos se armaron con muchos futbolistas «por dentro», dando lugar a interminables imprecisiones durante todo el partido. Ningún equipo era capaz de tirar el balón al suelo y darle rapidez al juego.
Garitano lo tenía claro: 11 futbolistas detrás del balón y esperar a que el Atleti se pusiera nervioso con el paso de los minutos. El Atleti lo intento por todos los medios pero las buenas labores defensivas de la zaga del Lega boicoteaba todos los intentos de la delantera colchonera.
Gameiro estuvo muy trabajador y dispuso de una buena ocasión en la segunda parte: se fabricó una jugada sentando a dos defensas con una bicicleta y la pegó fuerte al primer palo pero Serantes sacó una buena mano abajo para salvar a su equipo.
El buen trabajo de los centrocampistas del Leganés aislaron a Griezmann que no conseguía entrar en contacto con el balón y por lo tanto el ataque de los colchoneros se hacía muy previsible y caótico.
El partido solo lo podía desatascar el talento pero Simeone no leyó bien esta vez el partido, siguió apostando por la verticalidad y metió a Carrasco y a Torres por Gabi y Augusto. En el banquillo se quedaron esperando Gaitán que entró sin tiempo de hacer mucho y Correa, jugadores talentosos que podrían haberle dado otra cara al encuentro.
El Atleti lo intentó hasta el final con un inspirado Filipe por la izquierda pero hoy tampoco sería el día de llevarse los tres puntos. La Liga continua.
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