Álvaro Ferrero.- Nunca podría llegar a imaginar Hugo Álvarez Quintas (Vigo, 1985) que el destino le tendría preparado un contratiempo tan desagradable. El rocoso central gallego se marchó del Real Jaén para continuar consolidado en la Liga Adelante e hizo las maletas para marcharse al Real Murcia, club que tan cerca tuvo el ascenso a la Liga BBVA la pasada campaña y que ahora ve despedazadas todas sus ilusiones con el descenso administrativo a Segunda División B.
Hugo Álvarez se marchó para crecer deportivamente, para continuar zafándose con delanteros de gran nivel, para seguir compitiendo dentro de la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Pero fue precisamente este organismo el que ratificó el pasado jueves la no inscripción del Real Murcia y, por lo tanto, su descenso administrativo a Segunda División B por incumplir los ratios económicos de deuda-ingresos; ya que, según la propia LFP, el club pimentonero tiene una deuda 4’5 veces superior a sus ingresos, rebasando así el límite impuesto. Sueños rotos para los murcianos y para Hugo.
Tras pertenecer a clubes de Segunda División B durante prácticamente toda su carrera, la pasada temporada le sirvió al central para asentarse en la categoría de plata jugando junto con Servando en el centro de la zaga del Real Jaén y disputando un total de 36 partidos —34 como titular—. Varios clubes de la Liga Adelante pusieron sus miras en Hugo, quien a sus 29 años se encuentra ahora en el momento más dulce de su trayectoria deportiva. El descenso del equipo jiennense le dolió tanto como a sus compañeros, pero la oportunidad de continuar compitiendo en una categoría tan prestigiosa como la Segunda División era muy difícil dejarla pasar.
Después de conocer la triste noticia, el exjugador del Real Jaén expresó su malestar a través de Twitter y no dudó en publicar mensajes de compañeros de profesión que mandaban su apoyo al futbolista gallego bajo los hashtags #SOSRealMurcia o #futbolistastambiencontamos. Según apuntaron varias fuentes, los futbolistas del Real Murcia solicitaron una reunión con el Consejo Superior de Deportes (CSD), pero el organismo presidido por Miguel Cardenal hizo caso omiso a la demanda de los profesionales. Y es que no se consigue entender que a tan solo dos semanas para el arranque de la competición liguera, la máxima institución nacional, en lo que a lo futbolístico respecta, tome una decisión tan drástica, teniendo en cuenta que todos los clubes tienen totalmente planificada la próxima temporada.
Así, entre arrebatos de impotencia y de indignación, Hugo Álvarez tendrá que pelear con el Real Murcia en Segunda B si no acaba firmando con otro club, por lo que continuaría en la misma categoría que le tenía deparado el futuro en caso de haber permanecido en el Real Jaén. Su deseo de continuar en la Liga Adelante ha sido, hasta ahora, desplumado de manera cruel. Cómo duele sufrir este tipo de castigos en los despachos…
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