Sara Osorno.- Este experto y carismático entrenador nos ha recibido hoy en el campo de Mancha Real antes de la sesión de entrenamiento. El técnico del At. Mancha Real, alegre, desenfadado y tranquilo, ha contestado a las preguntas con las que pasamos revista a diferentes asuntos de la actualidad y de su carrera de jugador y entrenador de fútbol. Fernando Campos conoce todos los espacios de este deporte. Futbolista hecho en la cantera del Real Jaén, formó parte de una generación que alcanzó altos niveles de calidad. Con Fernando coincidieron futbolistas, todos criados en las categorías inferiores del Real Jaén, como Juanjo, Rafa, Ocaña, Antonio del Moral, Escribano, Pascual, González y una larga lista de jóvenes valores que marcaron una época. Como entrenador, Fernando Campos, traslada su forma de ver y pensar el fútbol a la comprometida zona de los banquillos. Sus equipos podrán ganar o perder pero, hagan lo que hagan, siempre llevan muy claro el sello del compromiso, el trabajo y la solidaridad sobre el terreno de juego. Eran los valores que le distinguieron como jugador y él, ahora como técnico, los transmite a su vestuario.
¿Cómo se encuentra el equipo a estas alturas de pretemporada?
Aún es pronto porque llevamos unas doce sesiones, pero los chicos se encuentran en un estado físico muy interesante y se palpa la ilusión y las ganas. Lo importante es la predisposición y la actitud positiva y eso lo tenemos. A partir de ahí vendrá todo lo demás.
¿Cómo crees que se presenta esta temporada?
Bien, nosotros estamos con muchas ganas de cumplir un objetivo que no nos hemos marcado, a priori, y dispuestos a trabajar mucho para intentar competir con los equipos de arriba. Somos conscientes de nuestro potencial dentro de un grupo muy competitivo y salimos con la ilusión de hacer un buen papel.
¿Puede que ahora, con el paso del tiempo, tengas más claro porqué no salió bien tu experiencia en el banquillo del Real Jaén?
Si, evidentemente con el paso del tiempo lo analizas y comprendes mejor. Fue un “entre todos lo mataron y él solo se murió”. Se puede decir que se acarreaban ciertos condicionantes que no eran favorables, eso sumado a algunos fallos de estructura de equipo y planificación de plantilla fueron errores que por supuesto me asigno. Ahora lo miras y lo ves un poco más claro. Son experiencias y de eso siempre se aprende.
¿Cómo ves a los equipos de la provincia en el grupo noveno de tercera?
Competitivos como siempre, en un escalón por encima del resto está el Linares, tanto por presupuesto como inversión en jugadores, y luego otros cuatro con un parecido similar en cuanto a plantilla, presupuesto y objetivos, que son Martos, Villacarrillo, Los Villares y Mancha Real, que creo que pueden competir arriba y hacer las cosas bien. La Tercera División en Jaén está muy bien representada pero, como te digo, el Linares está por encima del resto en todo y con un objetivo clarísimo para ellos: el ascenso.
¿Crees que la cantera en la provincia está bien aprovechada y trabajada?
Sí, y a las pruebas me remito porque, que una provincia como Jaén tenga cinco equipos en tercera y que Granada o Almería, que son ciudades más grandes tengan menos, recoge el buen hacer a nivel de cantera de todos los técnicos del fútbol base de la provincia. Aquí siempre ha habido muchos y buenos jugadores. En unas épocas se han aprovechado mejor que en otras pero la cantera de Jaén es buena y ahora se está aprovechando bien.
¿Cuál es tu entrenador de referencia?
Tras diecisiete años como futbolista profesional se aprende mucho de todos los entrenadores pero si me tengo que mojar quizás sea con Jordi Viñal con el que trabajé en el Real Jaén. Me impactó a nivel profesional y personal y puedo decir que hoy es mi amigo y un referente como entrenador y como persona.
¿Cómo te definirías como técnico, dialogante o rígido?
Dialogante. Teniendo en cuenta que la toma de decisiones es difícil y que en el mundo del fútbol el egoísmo se agudiza más de lo normal. El diálogo y la razón son el mejor argumento para convencer a un jugador o a un conjunto sobre sus defectos y virtudes. Obviamente hay decisiones a nivel de alineación y estrategia que quedan al margen pero siempre se intenta hacer entender a los jugadores.
¿Se puede decir que has apostado siempre por el juego de toque?
Más bien apuesto por el juego que me interesa. Está claro que a todos nos gusta el fútbol que vemos en la tele de la mano de jugadores de primera, pero si algo admiro es la inteligencia y saber reconocer las limitaciones de cada uno, así que con las herramientas que tenemos intentamos hacer un juego técnico y rápido.
¿A tu juicio es lo mejor y lo peor de ser entrenador?
Ser entrenador es lo más cerca que puedo estar del campo porque a mi lo que realmente que gustaría es seguir siendo futbolista, pero la edad y las lesiones no perdonan, así que disfruto viendo como se trasladan las estrategias de los entrenamientos a los partidos. Lo peor es ver sufrir a la afición y a los jugadores cuando no se consigue un ansiado objetivo.
¿Cómo se enfrenta un jugador psicológicamente ante una lesión como la que sufriste en su día?
Es duro, en aquella época en la que los medios eran más escasos que ahora era inevitable pasar directamente a un segundo plano, así que lo afrontabas refugiándote en la familia y en las ganas que de seguir, partiendo de la base de que yo era muy joven. Trabajo, esfuerzo y resistencia mental.
¿Qué cualidades, al margen de las técnicas, crees que debe tener un jugador para prosperar en este mundo?
La experiencia me ha hecho ver que son muchas las cualidades que tiene que tener un futbolista para triunfar, entre ellas, tener un buen entorno, ambición, ganas de trabajar, una cabeza bien amueblada, saber que venir a entrenar no es una garantía de conseguir los objetivos y estar preparado mentalmente para no venirse abajo cuando los resultados no responden al esfuerzo.
¿Has valorado la posibilidad de entrenar fuera de tierras jiennenses como han hecho otros entrenadores de aquí?
No, desde que dejé de entrenar profesionalmente al Real Jaén dedico mi vida profesional a otra vertiente. Ser entrenador me satisface muchísimo y a pesar del desgaste lo hago porque me gusta. Es posibilidad no la contemplo.
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