La Selección española se impone vivir al margen del estruendo mediático y judicial que golpea su concentración. Siempre hay algo peor que lo peor. Lo de Getafe fue un disgusto deportivo. Este sobresalto nada tiene que ver con el fútbol y eso desconcierta más. De Gea, posible titular en la portería española para el europeo de Francia, Muniain e Isco, se han visto salpicados por una información que cita declaraciones de una testigo protegida en el caso que tiene como principal protagonista al productor de cine porno, Torbe. 
La noticia que adelantó eldiario.es y que relaciona a los jugadores con un caso de supuestos abusos sexuales, ha sido desmentida por los tres jugadores. De Gea compareció ante los medios y calificó de falsas las acusaciones. Habló de mentiras y se mostró dolido pero tranquilo. Muniain, en un comunicado, asegura lo mismo y pide que se confíe en él mientras que Isco desde su lugar de vacaciones, en otro comunicado, califica lo sucedido de un error y de una gran injusticia. En todos los casos se ha anunciado que el tema está ya en manos de los respectivos abogados. Los tres jugadores han sido tajantes en sus desmentidos.
Vicente del Bosque, sorprendido e incómodo por la situación, ha manifestado que cree la versión de De Gea. Tanto el Seleccionador, como los miembros del combinado nacional que comparecieron ante los medios de comunicación, han tratado de emitir señales de normalidad y han insistido que este asunto no va a interferir en la concentración y en el trabajo de esta Eurocopa.
Se trata de la peor noticia cuando falta muy poco para el debut de la Selección, sin embargo en los entrenamientos y en el rostro de De Gea no se observan ni gestos ni señales que hagan pensar, como se ha especulado en algún momento, en un abandono del torneo por parte del portero del Manchester United.
Antes de que estallara este asunto el debate se centraba en la titularidad o no de David De Gea en la portería de España. A partir de ahora las sensaciones del meta y las conversaciones con Del Bosque determinarán si se produce el cambio histórico en la portería española o las circunstancias aconsejarán al técnico aparcar la “operación recambio” y dejarla para mejor ocasión. Por su parte el portero, en la comparecencia de prensa afirmó: “Si cabe, esto me da más fuerzas”
La Eurocopa ha empezado de la peor manera posible. Jugar un partido y perderlo es grave. Empezar a jugar con el marcador en contra es grave, injusto y, se quiera o no, lastra al equipo. Hay complicaciones que no tienen que ver con nada que se haya previsto para jugar un torneo como este. Se estudia al rival y se preparan las variantes para asegurar el mejor resultado. No se entrena para frenar artilleria ni cizaña que viene de lejos y que nada tiene que ver con el fútbol. Las bombas de relojería no están en los cálculos que hizo Del Bosque, cuando preparó la ruta de España para estar el diez de julio en París. Es delicado, un tema muy sensible pero extraño y distorsionador. Su gravedad aconseja prudencia y contrastes. Nada nuevo en periodismo, es lo que siempre habría que hacer. Sin embargo el fútbol lo multiplica todo por mil y eso hace que no se circule sin recordar los códigos. Las posibles víctimas tienen derecho, todas. España: más difícil todavía.
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