Jesús Sánchez /@Tudela4PlaG . – El Atlético Mancha Real jugará el año que viene en el grupo IV de Segunda División B. En su tercera tentativa, el equipo mancharrealeño ha alcanzado el punto deportivo más álgido en sus 32 años de historia. Y no es fruto de la casualidad, sino un ejemplo inequívoco de que el trabajo bien hecho tiene premio.
Su ascenso es fruto de muchos factores. Del trabajo incansable de una directiva, un cuerpo técnico, una plantilla y una afición que han aunado esfuerzos para lograr un éxito sin precedentes en la localidad. Mucho tiene que ver en él la labor de una junta liderada por Juan de Dios Hermoso y formada por una serie de trabajadores que han empujado sin cesar. No es para menos el peso específico del director deportivo, Manolo Sánchez, el míster Juan Arsenal y todo su cuerpo técnico en una historia que tiene su sello propio (#DalePausa).
De la misma forma, hay que destacar a una plantilla muy jiennense (si no me fallan las cuentas, 17 de sus componentes nacieron en nuestra tierra) y que ha soñado muy fuerte hasta hacerlo realidad. Desde Emilio bajo palos, cerrojo durante muchas fases de la temporada, pasando por una defensa expeditiva, un mediocampo que mezcla a partes iguales magia y derroche físico, hasta llegar a una delantera imaginativa y voraz que se ilustra en tres de sus protagonistas, Albertillo, Ángel y Elady, el máximo goleador con 23 goles. Pero más que nombres propios, su triunfo es el del bloque. Un bloque compacto que ha regalado al fútbol provincial una alegría inmensa.
A ese triunvirato esencial, se une la importancia de la afición verde. Los futboleros manchegos han disfrutado un año inolvidable. Campeones del grupo IX de Tercera División, único representante de la provincia en la próxima edición de la Copa del Rey y, sobre todo, la hazaña del ascenso ante un todopoderoso como el Zamora CF. Por eso, la hinchada verde ha respondido con creces. Ha ejercido de jugador número doce incluso en el Ruta de la Plata, donde más de 500 aficionados manchegos vivieron in situ el salto de categoría de los suyos.
Esa base se mantendrá la próxima temporada en la que pasearán la camiseta verde por distintos puntos de la geografía española. No dudo que la directiva, el actual cuerpo técnico, la columna vertebral de la plantilla y la afición seguirán siendo sus pilares. Ahora, falta que las instituciones, las empresas locales y provinciales y el resto de aficionados al fútbol de Mancha Real pongan en valor los méritos deportivos para permitir que la economía del club no acuse el paso a la Segunda B. Visto lo visto, tendrán que valorar lo conseguido por un grupo de atrevidos jugadores que han teñido de verde no solo Mancha Real, sino todo el balompié de la provincia.
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