La grandeza, o miseria, del fútbol tiene una doble cara: la buena, la de la emoción, la de la alegría que genera entre los que ganan.Una alegría que te hace olvidar tus problemas y levantarte feliz al día siguiente,contento por lo bien que lo han hecho unos millonarios aunque tú no tengas trabajo o cobres una mierda.Una alegría que te hace endiosar a un jugador o a un entrenador al que horas antes del partido hubieras despedido y ahora renovado de por vida.Todo es bonito cuando tu equipo gana.Estás en una nube.Y tú y los futbolistas de tu equipo no habláis del árbitro: «No ha influido en el resultado.No le tocó».
Y la cara mala aparece cuando se pierde, obviamente. La cara amargada, la que a algunos les deja sin cenar, sin oxígeno en el cerebro, sin habilidad para quejarse con sutileza.La cara que te hace ver conspiraciones planetarias donde puede que no las haya.
Que los aficionados se quejen del árbitro, se piquen y se chinchen unos a otros dependiendo del resultado tiene hasta su gracia.Es la salsa del fútbol. Eso hasta «mola» si dura poco tiempo, si no, aburre.
Otra cosa es lo que digan públicamente los profesionales del fútbol.Jugadores, entrenadores, presidentes,directores deportivos…Todos y cada uno de ellos son esclavos de sus palabras. Y todos ellos terminan o terminarán haciendo el ridículo si se dedican a rajar en vez de criticar con cabeza, estilo y argumentos.
Aquí nadie se libra, ni los grandes, ni los pequeños.Ya es asqueroso y penoso escuchar siempre la misma historia sobre los árbitros en función de si se gana o se pierde «por ellos». Los árbitros la «cagan» como los jugadores, los presidentes y como tú y como yo.Hay árbitros malos, jugadores malos, presidentes malos, barrenderos malos y otorrinolaringólogos malos. Eso sí, si te ponen un micro en la boca y te piden que opines hazlo, pero con estilo. Aburre lo de » parece que no quieren que ganemos», «parece que molestamos»… Eso ha salido de boca de jugadores o entrenadores de los tres primeros clasificados. De los tres. Eso sí, cuando no les pitan en contra la cosa cambia «hay que respetar al árbitro porque es muy difícil arbitrar».
Es difícil mantener la compostura cuando estas caliente, pero ten un poco de vista querido profesional del fútbol.Tanto tú como yo sabemos que la próxima jornada te pueden beneficiar y volverás a cambiar de discurso.Y serás un chaquetero de la palabra. Eso sí, si eres jugador o aficionado del Madrid no seas tonto y quéjate.Tú también tienes derecho, sufrido madridista.Porque aquí parece que nadie del Madrid puede quejarse «porque al Madrid siempre le favorecen los árbitros» .Otra cosa es el modo y la razón que se tenga…¡pero quéjate hombre¡ Los demás grandes también lo hacen cuando pierden porque «influye» el árbitro. Además no pasa nada porque la próxima jornada llorarán ellos, tus rivales.Los que ahora hablan sólo de fútbol. Los que ahora ya no sobran.
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