El escolta reapareció 11 partidos después devolviendo a su equipo a la senda de la victoria, además de mostrarse como el líder que necesitan sus compañeros para recuperar la ilusión y la confianza que últimamente tanto escasean en la franquicia de Illinois.
Corren tiempos difíciles en Chicago. A pesar de la victoria de Los Bulls frente a los Rockets, con la que vuelven a meterse en puestos de Playoffs, no se pueden lanzar las campanas al vuelo. Al menos no todavía. Sin embargo, la salida de la enfermería de Jimmy Butler y Nikola Mirotic hace que vuelva la esperanza a la ciudad del viento. Y es que en el partido de anoche se dejó entrever el impacto de ambos jugadores en el juego y en la moral de sus compañeros. El abrazo de Pau Gasol con Butler al término del encuentro lo dijo todo. Un Pau Gasol que aunque a menudo pasa desapercibido, ayer firmó un auténtico partidazo, sellando además la victoria de su equipo con los tiros libres decisivos al final del choque. Un hecho sorprendente teniendo en cuenta que los Bulls ganaban de 18 a falta de unos 5 minutos para acabar el último cuarto.
Volviendo a la realidad, aunque ayer vimos a los Bulls jugar con intensidad y defender de manera agresiva por primera vez en alrededor de un mes, los Rockets no son precisamente la piedra de toque ideal para medir la dureza de un equipo. Harden y Howard siguen sin asimilar correctamente los fundamentos defensivos y por momentos la zona de Houston parecía más bien una autovía hacia el aro. Además, Chicago no fue capaz de frenar la racha de 15 partidos (ahora 16) recibiendo 100 o más puntos en su contra. Por otro lado, aunque Derrick Rose sigue confirmando que es capaz de rendir a un buen nivel de manera estable, estuvo detrás de 6 de los 26 balones que perdió su equipo (récord de esta temporada). Como dato, a pesar de que Harden fue el máximo anotador del encuentro, el escolta sólo consiguió 6 de sus 36 puntos ante la defensa de Jimmy Butler.
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