Ismael Almazán.- Blas Machado Monge nació en Peñolite, pedanía de Puente Génave el 18 de febrero de 1952. Allí vivió con sus padres y hermanos (cuatro varones y una hembra) hasta los dos años de edad. Después y por motivos laborales del cabeza de familia que trabajaba en la carretera de Despeñaperros, marcharon a Albacete. Al poco tiempo regresó a Jaén, concretamente a Santa Elena y después a La Carolina. A camino entre esta localidad y Jaén completó los estudios del Bachiller. Su madre Petra aún vive, su padre falleció hace un tiempo.
Blas empezó a jugar en La Carolina como juvenil y por circunstancias en la confección de la plantilla de este equipo en 3ª división, pasa al primer equipo junto al vilcheño Santi. Las actuaciones del joven Machado no pasan desapercibidas en las altas esferas futbolísticas de nuestra provincia. En la temporada 1968/69 jugó en el campo de La Victoria una final de la Copa del Gobernador Civil ante el Torredonjimeno con un sabor agridulce. El partido se perdió pero al finalizar del encuentro, el que fuera presidente del Real Jaén, Juan Bautista Castellanos, lo fichó para el Jaén juvenil.
En el Real Jaén alternó entre las plantillas de los equipos juveniles aficionados y los profesionales. A veces tuvo que actuar en dos partidos el mismo fin de semana. En la temporada 69/70 se proclamó campeón de Andalucía. Además, debutó con el primer equipo en la temporada 71/72 de la mano de Eusebio Ríos con 18 años ante el Eldense. Por entonces, la medular estaba formada por Azcárate y Moreno, pero en ese partido saltó la sorpresa y actuó acompañando a Azcárate
Machado se retiró siendo muy joven, con la edad de 29 años en la temporada 81/82, convirtiéndose en entrenador de los juveniles al año siguiente. A partir de ese año, y tras una oferta de trabajo, su vida continuó ligada a una oficina de Caja Jaén durante treinta años, hasta su jubilación.
Blas, los que tenemos una cierta edad y te vimos jugar, sabemos tu estilo y forma de moverte en el campo, pero para aquellos aficionados jóvenes que no pudieron verte, ¿qué podemos decir de Machado como jugador?
B. Machado: Antes de eso creo importante decir que a mí desde niño me gustaba muchísimo el fútbol y creo que eso es fundamental, además siempre tuve una mentalidad de jugador de equipo.
Salvo en contadas ocasiones siempre jugué en el medio del campo. En mi primera etapa con el Real Jaén con el nº 10 a la espalda, era el organizador. Cuando llegó el ascenso a 2ª División pasé a ser más marcador. También actué de forma ocasional de lateral derecho o delantero pero fueron muy pocas veces.
¿Qué jugadores rivales te han causado una mejor impresión?
B. Machado: Han sido tantos y tan buenos que podíamos hacer una lista interminable de nombres. Desde porteros extraordinarios a defensas seguros y duros, pasando por centrocampistas peleones y técnicos a delanteros rápidos y goleadores. Todos los equipos tenían un par de jugadores o tres muy buenos. Hablo de profesionales capaces por si solos de dar la vuelta a un partido en un minuto, profesionales capaces de dar una gran seguridad al equipo y profesionales con la garantía de dar espectáculo en los campos.
Por mencionarte alguno te puedo nombrar a Cardeñosa y Gordillo en el Betis, Onega y Valdano en el Alavés, Landaburu en el Valladolid,…Algunos de ellos después dieron el salto a Primera División y hoy se les recuerda como lo que fueron, grandes jugadores.
¿Háblame de tus entrenadores?
B. Machado: Hombre hay de todo, no me puedo quejar y sé que es inevitable hacer comparaciones. Desde Eusebio Ríos que era un hombre con un trato exquisito y muy humano, hasta Ruiz Sosa del que era su ojito derecho. Otro que me sorprendió bastante fue Roberto que “innovó” trabajando con el primer preparador físico del Real Jaén, José Carlos Cámara que por entonces estaba trabajando en el colegio H. H. Maristas. Tengo recuerdos muy buenos de Pedrito y de su segundo Bermúdez. Otros fueron Pedro Eguilú y Jaco Zafrani, que nos ponía chalecos con pesas. Lo de los chalecos me vino fatal, a los tres meses tuve que operarme de pubis.
Al margen de los entrenadores de los que aprendes unas cosas de unos y otras de otros, lo que sí te puedo decir que, antes de firmar por el Real Jaén, jugando en La Carolina con Tolo Plaza, Cacú, Salguero, Muela…, es donde más fútbol aprendí de toda mi vida. Para mí fue una auténtica academia del fútbol.
¿En qué ha cambiado el fútbol cuando tú jugabas al de ahora?
B. Machado: Jugando en los juveniles de La Carolina, nuestro calentamiento consistía en quitar las piedras que había en el campo para poder jugar mejor. Eso hoy en día no ocurre, afortunadamente, en ningún sitio.
En lo que respecta a lo vivido en la ciudad de Jaén, te puedo decir que se entrenaba y se jugaba en La Victoria. No íbamos a otros campos como hacen ahora, aunque la verdad es que tampoco podríamos hacerlo puesto que los terrenos de césped escaseaban por entonces bastante. Cuando La Victoria estaba impracticable, alguna que otra vez, íbamos al campo de tierra del colegio de los H. H. Maristas,
A nivel nacional casi ningún equipo tenía preparador físico o médico y no digamos psicólogo. Han sido figuras que han ido llegando y estableciéndose con el tiempo en los clubes. La figura del representante no existía y el mercado estaba bastante más limitado, no había ese mercado de jugadores. Además. cuando firmabas por un equipo lo hacías para toda la vida.
Luego llegó la AFE y poco a poco cambio la cosa. En Andalucía había más equipos con derecho a voto y esos votos eran definitivos para elegir al presidente. Nos pusimos de acuerdo y salió Quino, el que fuera delantero centro del Valencia y Betis. Formé parte en dos de las tres huelgas que hubo. Recuerdo que nos juntábamos en un hotel los representantes de los dos equipos, llegando a un acuerdo para que no se jugase el partido. A los aficionados no les sentaba muy bien pero nosotros teníamos que luchar por nuestros intereses que en aquella época estaban muy restringidos.
¿Cuál ha sido tu mejor temporada?
B. Machado: Todas son diferentes y especiales, pero me quedo con la del ascenso a 2ª división con Ruiz Sosa como entrenador y José Mª Carrasco de presidente en la 75/76. Tampoco puedo olvidar la temporada 76/77 cuando estuvimos a punto de ascender a 1ª. Dos temporadas seguidas fantásticas y llenas de éxitos. Si hoy le preguntas a diez aficionados con cierta edad por la época más brillante de la historia del Real Jaén, quitando por supuesto la de primera división, seguro que al menos ocho te dicen que fue la de mediados de los setenta.
En aquellas dos temporadas pasaron grandes equipos por La Victoria y grandes jugadores, además el aficionado jiennense cada quince días podía disfrutar con Paco Flores, Ángel, Zubitur, Laría, Aguinaga, los hermanos Huertas, Lacalle, Sánchez, Martín Vila, ….¿Cuánto costaría confeccionar hoy en día una plantilla con jugadores como estos?
A lo largo de una vida deportiva como la tuya, donde has compartido vestuario con tantos compañeros, habrán saltado chispas alguna vez, ¿no?
B. Machado: Nunca tuve problemas ni peleas con ningún compañero, pero en el campo, como capitán, había que decirle a más de uno que se centrara en el encuentro. Con los adversarios tampoco hubo nunca ningún problema. Jamás me caractericé por ser un jugador violento o polémico.
¿Cuál ha sido tu ídolo futbolístico?
B. Machado: Pirri a nivel nacional y Juanito Reina como compañero. Dos jugadores con muy buena calidad y un espíritu de sacrificio extraordinario y todo puesto al servicio del equipo.
Tú no fuiste un jugador goleador pero alguno si conseguiste ¿Con qué gol te quedarías?
B. Machado: Jugábamos en La Victoria en la temporada 76/77 uno de los primeros partidos de la liga. Nuestro rival uno de los gallitos de 2ª, el Valladolid. Recuerdo una jugada a la que fui con insistencia por la banda donde se encontraban los banquillos a por un balón casi perdido entre el defensa y portero, me tiré y logré tocarla. El balón entró suavemente. Marqué ese primer gol y al final logramos la victoria por 4-2.
También recuerdo con gran cariño otro contra el Valdepeñas de Ciudad Real que logré tirándome en plancha con un campo muy embarrado.
¿Cuántas veces ha pasado el tren por tu puerta y no lo cogiste?
B. Machado: Pues no lo sé. En aquella época el jugador no se enteraba de nada, no había representantes y a lo más que llegábamos era a la información que se leía en la prensa. Una vez José Mª García me dijo que si me gustaba el mar en relación con un posible interés del Hércules en 1ª. También al parecer se interesó el Oviedo, el Gijón, Español y el Valencia.
Te podría decir que estudiando en el edificio de Peritos Filosofía y Letras me llamaron para representar a España en el Mundial Universitario que se jugaba en Uruguay pero no pude ir, ese año, precisamente no me matriculé.
He mirado en archivos y entre otras cosas he visto que eres uno de los deportistas y futbolistas más galardonados de Jaén. Has ganado trofeos a la regularidad en “La Hoja Deportiva” el año del ascenso a 2ª, la deportividad y combatividad en el 78/79, Has sido nombrado tres veces (único jugador que lo ha recibido) ganador del trofeo a la regularidad en el Diario Jaén 74/75; 75/76; y 78/79. Has sido nombrado mejor deportista jiennense en el año 73 en Jaén y has sido condecorado con la medalla de bronce de Andalucía al Mérito Deportivo. También eres monitor polideportivo y Entrenador Regional de Fútbol ¿Con cuál te quedas?
B. Machado: Hombre a mí me hizo especial ilusión examinarme para ser entrenador en Sevilla, porque antes se hacía en allí, y conseguir aprobar todo a la primera. Fui de mi promoción el único que lo consiguió. Las demás distinciones son por decisión de los demás y por supuesto que me quedaría con todas, forman parte de mi vida deportiva.
De niño, todos hemos coleccionado cromos de fútbol y tú has salido en algunos, ¿ Los recuerdas?
B. Machado: Es una sensación rara pero agradable. Que recuerde ha sido en tres ocasiones y siempre en la editorial Ruíz Romero. La primera vez fue en la temporada 1973 /74, el cromo era triple y solo aparecía una foto del rostro. Estoy en el centro junto a los compañeros Llacer y Pele. Aquella temporada había jugadores muy interesantes como Blas y Manolin Oya, Díaz, Lelo, Delgado, Azcarate, Pepín, Margarito Flores, Zubitur,…Al año siguiente volvieron a salir también con una fotografía del rostro pero esta vez el cromo era doble. Yo aparecía junto al lateral izquierdo del equipo, Delgado y, en la temporada 1977/78 si aparecía solo en una foto completa pero agachado.
¿Por qué no me cuentas alguna anécdota de esas que se pueden decir?
B. Machado: Mis padres me trajeron a estudiar a los H. H. Maristas para que no siguiera jugando al fútbol y mira el efecto que causó, justo lo contrario.
Con Ruiz Sosa tuve una relación especial, era su niño mimado, su ojito derecho, pues bien, en un partido en Melilla logramos ganar y yo marqué el gol de la victoria, al terminar el partido saltó al campo y me sacó a hombros.
En un partido, un jugador le preguntó a Ruiz Sosa cuanto quedaba, este con los dedos de la mano le señalaba cinco pero como el míster tenía un dedo cortado el compañero le repetía cuatro y él le insistía con la mano cinco. Como no se entendieron, Ruiz Sosa le tiró al campo el reloj. Eran las cosas del míster.
Al ser capitán del equipo tuve que vérmelas más de una vez con los directivos en la sede de Navas de Tolosa para exigir los cobros de la plantilla. No era nada agradable tener que pelear por lo trabajado.
Me gustan los toros y una vez coincidí con el malogrado Paquirri y me regaló cuatro banderillas, un par usadas y otras nuevas.
Recuerdo aquellas tardes de domingo con un clamor muy especial en el viejo campo de La Victoria. Asomaban por el túnel, tras el capitán Machado, los componentes del Real Jaén que hicieron soñar a todos los aficionados. Domingo tras domingo se repetían alineaciones pero siempre con su capitán al frente y con la regularidad por bandera se convertía partido tras partido en el auténtico pulmón del equipo. ¡Qué tardes de fútbol!
El Gran Capitán que lo fue durante cinco temporadas, ha sido de esa clase de jugador y persona que todo el mundo aprecia y quiere. Siempre estuvo como compañero y se fajó con adversarios y directivos. Este legendario jugador jiennense fue con sus herramientas, La disciplina y el trabajo, el futbolista que todo entrenador quiere en el campo y vestuario.
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