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Betis 4-0 Zaragoza: El sol sigue brillando en Sevilla

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El Real Betis Balompié ha vencido (4-0) al Real Zaragoza en la trigésimo cuarta jornada de la Liga Adelante. Rubén Castro y Jorge Molina, ambos con dos goles, certificaron la superioridad de un Betis que muestra su mejor cara ante los rivales directos por el ascenso.

Betis Jorge Molina Rubén CastroSobre el césped del Benito Villamarín saltó el Real Zaragoza en una mañana primaveral. Los maños, con camiseta roja inmaculada y blasón nobiliario custodiando su león rampante, salieron con aura de Lannister y en tal proporción imprimió el Betis intensidad.

Quince minutos bastaron para certificar que los verdiblancos habían vuelto a activar el plan maestro ante rivales de alcurnia. Presión altísima, robos continuos, triangulación precisa entre los atacantes y dominio para dejar sin opciones al rival. Al gol, dada la pólvora contenida arriba, tan sólo quedaba esperarlo de forma paciente.

Hasta entonces creció como protagonista el trio arbitral, que erró en ambas áreas al no señalar sendos penaltis y estuvo desacertado en los fueras de juego. El descontento de unos y otros condujo a los mejores minutos del Zaragoza. Paso a paso y de forma sigilosa, consiguieron trasladar el juego desde su área hasta los dominios de Antonio Adán y cerca estuvieron de adelantarse.

El don de la oportunidad, sin embargo, perteneció siempre a los jugadores de camisetas verde y blancas. Un centro curvado de Dani Ceballos botado de la nada marcó el inicio del derrumbe zaragocista. Allende en el área, pasado el palo largo, ejecutó Jorge Molina una maniobra magistral para controlar el cuero y recortar en un único toque antes de colocar el balón lejos del guardameta Bono.

Insuflado de confianza junto a Rubén Castro y libres para corretear, el dúo atacante enebró una y otra vez ocasiones con el apoyo de los inspiradísimos Portillo, Kadir y Molinero. Tras el intermedio y después de un nuevo error del colegiado contra el Zaragoza, el goleador canario dictó sentencia con un cabezazo a bocajarro.

Centró Molinero desde su costado, reconvertido en carrilero infatigable, y Castro sólo tuvo que poner la testa con comodidad aprovechando la libertad permitida por los centrales. Ahí claudicaron los visitantes, incapaces de traducir en juego y peligro el alto peso que se les presupone dada su historia.

En las gradas del Villamarín nunca se oyó a su león rugir. Por dos veces más celebrarían los béticos con los brazos en alto, aprovechando las facilidades del rival y la dinámica envalentonada que disfruta el equipo de Pepe Mel.

En ambas, la defensa del Zaragoza tuvo en su mano despejar el balón. En una y otra, no obstante, el cuero se mantuvo en el área chica y los arietes verdiblancos, en estado de gracia, ni parpadearon antes de rematar a gol. Jorge Molina en el 64 y Rubén Castro en el 89 redondearon un marcador concebido para crear pavor en los fuertes de Girona y Sporting.

Ante catalanes y asturianos parece abocado el Betis a jugarse el ascenso directo, aunque ahora mismo desde Sevilla sólo se ve brillar el sol. A falta de ocho encuentros y 24 puntos en juego, los andaluces siguen imperturbables.

* Imagen: lfp.es