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Betis 1-3 Leganés: Una resaca inesperada

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El Real Betis Balompié ha caído derrotado (1-3) en la trigésima jornada de Liga Adelante ante el CD Leganés. Tras catorce partidos consecutivos luciendo vitola de imbatido, los de Pepe Mel se desinflaron de forma estrepitosa e hincaron la rodilla en casa.

Betis LeganésEl partido firmado por el Betis, disputado en superioridad numérica desde el minuto 40, adquirió el formato perfecto para ser comercializado y distribuido entre los cuerpos técnicos del fútbol español como el perfecto ejemplo de cómo no afrontar 90 minutos de juego. La cara mostrada sobre el césped del Benito Villamarín, negativa en cualquiera de sus aristas, cobró aún más significado tras las dos contundentes victorias ante Valladolid (4-0) y Las Palmas (0-3) que precedieron al choque ante el Leganés.

Y es que desde los primeros compases las líneas de contención verdiblancas se vieron superadas una y otra ante el empujen de un conjunto visitante envalentonado. Entre el desconcierto, los atacantes Eraso, Aguirre, Álvaro y Sergio Prendes percutieron como puntas de lanza a lo largo y ancho de la zaga.

Esa era la escena que las cámaras pudieron captar en primer plano; una inundación sobre el área bética que no cesó nunca. Al fondo y recluido entre los tres palos blancos de su particular empalizada, Antonio Adán quedó aislado a su suerte con la misión de defenderse de una fuerza por momentos imparable. El cancerbero fue más que nunca un reflejo del Mont Saint-Michel francés; el Leganés, por su parte, el mar que todo lo abarca aislando el trozo de peñón fortificado.

Antonio Adán en problemas
Antonio Adán en problemas

A los 22 de juego los visitantes habían cantado ya gol en dos ocasiones, uno anulado por fuera de juego milimétrico. Para cuando subió al electrónico el primer gol de Eraso, en el Villamarín el convencimiento era ya que había vuelto ese Betis del gesto torcido. Ni la expulsión por doble amarilla de Diamanka cambió el curso del partido. Ocurrió lo contrario a lo esperado, es decir, lo más probable cuando por medio están las incorregibles Trece Barras verdiblancas.

Cantó gol antes del descanso el defensa Marc Bertrán, tras un córner rechazado en la frontal y al encontrarse el cuero libre de marca en boca de gol, y la losa ya fue imposible de levantar. Tres minutos pasada la reanudación, el jugador de nombre Postigo, venido desde Leganés, volvió a hallar el hueco en el área chica. Ningún defensa a la vista, el balón que le cae a la bota, el gol que sube al marcador.

El líder de las catorce jornadas sin perder caía 0-3 ante un equipo de media tabla venido de la Meseta y en Sevilla el sol no brillaba. Llovía. Lo intentó Vadillo a la desesperada, ingresando al campo para agitar el árbol, pero su esfuerzo fue insuficiente. Le dio un nuevo gol a Jorge Molina pero tan sólo fue el canto del cisne. El nivel del mar siguió creciendo, el Betis siguió nadando desorientado y Adán, al fondo, acabó hastiado de pedir ayuda.

Quizás el sol vuelva a salir la próxima semana.