El Real Betis ha empatado (0-0) ante el Real Valladolid en un partido marcado por la igualdad entre dos de los equipos que el año pasado jugaron en Primera División. Los cambios introducidos desde el banquillo no terminaron de surtir efecto y el marcador nunca se movió.
Betis y Valladolid se conocen demasiado, se saben peligrosos y se respetaron demasiado en la mañana del domingo. Unos y otros intentaron llevarse el partido pero siempre sin arriesgar atrás ni perder el equilibrio. Con las fuerzas igualadas y con Rubén Castro controlado por la zaga pucelana, el Betis nunca terminó de acercarse con decisión al gol.
Salió N’Diaye en la posición de ’10’ de partida, en una nueva demostración de polivalencia, pero la distribución no funcionó. Pronto entraría Jorge Molina para acumular pólvora entre la línea de fuego aunque el resultado fue el mismo: nada. Sin embargo los de Julio Velázquez supieron no perder el hilo del encuentro, eso que tantas veces les ha ocurrido, y pudieron controlar a los locales para mantener la balanza equilibrada. Contribuyó a ello con una actuación destacada el guardameta Antonio Adán, que se mantuvo confiado y seguro para mantener sus dominios imbatidos.
Con el paso de los minutos tanto Betis como Valladolid dieron más y más valor al punto que cada cual tenía asegurado, por lo que el gol terminó disipándose hasta la próxima fecha. Nadie pudo doblegar a su oponente, pero todos salieron vivos.
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