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Atlético de Madrid 1-2 Barcelona: y Messi cogió su fusil

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635776928993437642wEl Atlético de Madrid perdió (1-2) su enfrentamiento ante el FC Barcelona, a pesar de ponerse por delante en el marcador, gracias al gol de Fernando Torres. Sin embargo, después del tanto local, Neymar y Messi, que salió del banquillo, voltearon el resultado a favor del equipo de Luis Enrique. 

Encuentro sin goles en la primera mitad, con una posesión estéril  del Barça, superior en el primer acto al Atlético de Madrid, pero sin el dominio claro que necesita un equipo para ponerse por delante en el marcador.

Es cierto que el conjunto blaugrana puso al equipo de Simeone contra las cuerdas, con una evidente falta de orden en el aspecto defensivo, a pesar de contar con Messi en el banco. Así pues, con el equipo rojiblanco a la espera de una oportunidad a la contra con poca mordiente y eligiendo siempre la peor opción, las ocasiones del Barça se sucedieron.

La tuvieron Rakitic y Luis Suárez, pero el acierto de Oblak bajo palos y la falta de precisión del uruguayo, que envió su lanzamiento al palo, hizo hincapié en el arbitraje de Mateu Lahoz sobre el césped del Vicente Calderón, con dos ocasiones discutibles de ser consideradas como mano en el área rival. Sin tiempo para más y con el pitido del colegiado que indicaba el final del primer acto, ambos equipos se retiraron al túnel de vestuario con las espadas en todo lo alto.

En la reanudación, los golpes entre los púgiles no dejaron de sucederse sin tiempo a la tregua. Primero, el Atlético aprovechó su oportunidad al materializar una buena jugada trenzada, que finalizó con soltura Fernando Torres, siempre atento en su hábitat natural y, al aprovechar en su carrera la media salida del guardameta alemán Ter Stegen.

Después, sin tiempo a la reflexión del primer tanto encajado, el Barcelona se recompuso sin grandes alardes, al enviar Neymar a la red una falta botada desde la frontal del área, asumiendo los galones de Messi. Un lanzamiento inapelable al que el portero rojiblanco no pudo poner oposición.

En este duelo con intercambio de balas sin control, al fiel estilo del lejano oeste, ambos entrenadores movieron fichas, dando entrada a Carrasco por Óliver, en las filas del Atlético; y a Rakitic por Messi en el conjunto blaugrana. Fue entonces cuando el Barcelona metió una velocidad más, con el astro argentino en el once y el Atlético, en contrapartida, perdió seguridad en su línea defensiva.

El diez blaugrana, a pesar de salir desde el banquillo y tras un largo viaje, consecuencia del parón de selecciones, se armó sobre el césped y en una pérdida de Griezmann en la salida del balón, Suárez combinó con el argentino que, con enorme tranquilidad, definió con el exterior ante la salida de Oblak.

En este momento, el partido entró en una dinámica contradictoria. Es decir, mientras que el Atlético trataba de achicar aguas y conseguir el empate con la entrada de Jackson Martínez; por su parte el Barcelona, intentaba asestar el golpe definitivo en el partido.

Sin tiempo para más y con el tiempo de añadido cumplido, el marcador no se movió y el Barça se impuso al Atlético al aprovechar, con creces, de las mejores ocasiones que dispuso en la segunda mitad. Encuentro disputado en el que, la calidad individual, fue el lastre de un batallador conjunto rojiblanco.