El Barcelona da por perdido a Messi. Está, pero no parece ser el que necesita el equipo para llegar con alguna posibilidad, si la tiene, a final de la Liga. El Barça necesita que Leo arranque, pero el clima en el entorno culé no es optimista. Fuentes cercanas al jugador insisten en que no ocurre nada anormal. El Tata sostiene la tesis de que “ser Messi es muy difícil” y el club calla ante los crecientes rumores de que el jugador ha terminado su ciclo en el Fútbol Club Barcelona. Junto a las sensaciones generales aparecen hechos concretos como el video en el que se ve al argentino encararse y replicar a un aficionado que le insulta. Son demasiadas situaciones nuevas y todas negativas para un equipo que parece haber perdido la magia.
Argentina, después de la evidencia de la final de Copa, empieza a preocuparse por su líder. Los seguidores y la prensa deportiva comienzan a plantearse en qué estado llegará el genio a su cita con el Mundial. La necesidad de salir de la depresión futbolística hace más inquietante la situación en la que se encuentra Leo Messi. Diarios tan prestigiosos como La Nación, Olé o Clarín, dedican reflexiones preguntándose qué pasa con Messi. El Mundial está muy cerca y todo el mundo en Argentina desea saber qué le pasa realmente a su estrella. Junto a las voces alarmistas que nacen de las últimas actuaciones, están las que llaman a la calma y prefieren pensar que se trata de algo pasajero y que Messi se está preparando especialmente para explotar en Brasil.
La contrapartida para el fútbol argentino está en la excelente actuación de Ángel Di Maria que se convirtió en uno de los mejores del Real Madrid y de la final. Di María estuvo en las antípodas de Messi, goleador, participativo e intenso, hasta el momento de su cambio, se convirtió en un hombre decisivo para el conjunto de Carlo Ancelotti. Di María, al contrario de Messi, parece llegar al final de temporada y por lo tanto al Mundial en momento excelente de forma. Es el único guiño a la esperanza que la final de Copa del Rey deja a la Selección de Sabella.
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